Dar nombre a las cosas es un superpoder llamado nominación. Para dar con su nombre, primero es necesario que nuestros ojos reciban la información sensorial que se viajara hacia nuestro cerebro, donde se procesará, allí, en la corteza visual. Pero la cosa no termina allí, ¡nuestro cerebro se pone en marcha! Comienza una búsqueda en nuestra biblioteca mental para encontrar la palabra que encaje a la perfección con lo que vemos. Y así, ¡voilà!, la palabra aparece en nuestra mente lista para ser pronunciada.

La atención es como un gimnasio para la mente que nos ayuda a elegir, procesar y concentrarnos en información importante para tomar decisiones acertadas. ¡Además, es el mejor combustible para nuestro cerebro, manteniéndolo en plena forma y activo! Pero, al igual que en cualquier gimnasio, existen varios tipos de atención que podemos desarrollar y perfeccionar.

Expande tus habilidades lingüísticas y organiza tu pensamiento con un almacén de palabras que dejará boquiabierto tanto al interlocutor como a ti mismo.

¡Ponte las pilas! Aquí te dejo ejercicios para que pulas tu gramática en grande. ¡Con esto estarás fortaleciendo tus habilidades en Fonética y Fonología, que se encargan de los sonidos de las palabras y sus cambios; Morfología, que se dedica a la estructura y creación de palabras; Sintaxis, que organiza y relaciona palabras en oraciones, y Semántica, que se encarga con el significado de las palabras y oraciones! Ah, y no nos olvidemos de Pragmática, ¡que se preocupa del uso y función de las palabras en el contexto comunicativo!

¡Mantén esa memoria afilada y lista para la acción! Aquí hay algunos ejercicios increíbles para fortalecer tu memoria visual, auditiva y numérica. ¿Listo? ¡Vamos a recordar, evocar, retener y fijar! Memoria pictórica: ¡Despierta tu cerebro con imágenes vívidas y trabaja en tu memoria auditiva, atención visual, memoria visual inmediata y vocabulario! Secuencias de golpes: ¡Golpea en secuencia y aprieta esos músculos de la memoria visual inmediata, atención y coordinación visomotora! Memoria verbal: ¡Aprovecha tu superpoder de recordar palabras y trabaja en tu memoria auditiva inmediata, atención y concentración, comprensión y expresión verbal! Memoria numérica: ¡Recuerda esos números y aumenta tu memoria auditiva inmediata y la reversibilidad!