La disfagia es una dificultad para iniciar el acto de la deglución, el problema está en el tragar, el cuerpo necesita más tiempo y esfuerzo para mover los alimentos o líquidos de la boca al estómago, en oportunidades puede ser doloroso.
Es como cuando comes demasiado rápido o no masticas lo suficiente la comida, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, la disfagia persistente puede ser grave y que requiera de tratamiento. Algunas alteraciones de origen neurológico pueden cursar con disfagia.
Se encuentra en fase de solución de un conflicto que se relaciona con una situación donde debía comer o tragar el bocado podrido/ toxico/ peligroso, pero a su vez era vital, no era posible evitarlo porque tenía relación con la supervivencia (esto es lo que interpreta tu inconsciente).
El Sentido biológico de la disfagia es impedir que me trague un pedazo tóxico o que trague cuando es peligroso hacerlo (porqué nos acecha un peligro).
Cuando la disfagia es de origen neurológico está asociado a órdenes, por ejemplo: “¡Come y cállate!”
¡Cuántas situaciones donde se debes hacer algo que no quieres, que te resulta feo, asqueroso, repugnante, peligroso, toxico! pero a su vez debes hacerlo porque te garantizará la supervivencia. En oportunidades existe alguien más o una misma situación te obliga a hacerlo y cuando reparas esta situación conflictiva sobreviene una disfunción deglutoria.
¿Te resuena? Déjame tu comentario…
“La disfagia puede manifestarse a cualquier edad. Las causas de los problemas de deglución varían y el tratamiento depende de la causa. Es fundamental la toma de consciencia, pero primordial la rehabilitación con un profesional fonoaudiólogo especializado en el área”.